Células madre mesenquimales en hernias discales lumbares

Células madre mesenquimales en hernias discales lumbares

Si sufres una hernia discal lumbar, seguro que te has preguntado en algún momento cuáles son los tratamientos más avanzados que existen para evitar la cirugía, ¿verdad?

Pues bien, la investigación de nuevos tratamientos basados en células madre mesenquimales (MSC) está abriendo una gran ventana para tratar esta patología que en nuestro país requiere de más de 20.000 intervenciones quirúrgicas cada año (tal y como se recoge en el libro de lectura recomendada ‘Hernia discal lumbar: diagnóstico y tratamiento’ y que aborda la problemática del disco intervertebral).

El uso de células madre mesenquimales se ha hecho muy popular por servir como terapia celular ante enfermedades como el Parkison, Alzhéimer, enfermedades del corazón, osteoartritis, lesiones de médula espinal y muchas otras más. Hay que considerar que este tratamiento trabaja a nivel celular, lo que implica que las células madre mesenquimales irán regenerando los tejidos dañados. Es por ello que muchos especialistas lo consideran uno de los métodos más prometedores para revertir el paso del tiempo en las personas.

En el caso de los estudios clínicos que se están realizando para tratar la hernia discal lumbar en seres humanos, la técnica consiste en, previa autorización en España de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, extraer estas células madre mesenquimales directamente del paciente para, tras su cultivo, restitiarlas directamente en la zona que deseamos regenerar.

Una vez que las células han sido inyectadas en la zona afectada, el paciente tendrá que guardar reposo absoluto en las horas siguientes, evitando movimientos bruscos. La duración del tratamiento (así como la dosis suministrada) variará de acuerdo al cuadro clínico que presente el caso.

En medicina no existe una garantía de éxito del 100% en ningún tratamiento, pero en el caso de los estudios de hernia discal con células madre en animales, se comprobó que las MSC permanecían en el NP (núcleo pulposo) después de su implantación y que sobrevivían. El número de MSC tenía tendencia a decrecer durante dos semanas pero después se recuperó el número inicial mostrando una viabilidad del 100%.

El aumento del volumen discal sugiere que se produjo el aumento de la sustancia del NP. Los autores del estudio concluyeron que las MSC pueden sobrevivir y ejercer una acción regenerativa del DIV después de ser inyectadas. Esto mismo sucedía si las células no eran del propio ratón sino trasplantadas de otro ratón (MSC alogénicas).

En conejos se demostró que el contaje de las MSC de médula ósea, marcadas con una sustancia fluorescente e infundida en el núcleo pulposo, aumentaba significativamente en número en contajes realizados después de 48 semanas. Los análisis también demostraron la restauración del contenido de proteoglicanos en comparación con los discos no tratados. Las características de las nuevas células eran muy semejantes a las células del núcleo pulposo sugieren una capacidad de diferenciación loco-dependiente. Los autores concluyeron que el injerto de MSC podría ser una terapia efectiva para la degeneración del disco.

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