Condromalacia Rotuliana

Condromalacia Rotuliana

Condropatía Rotuliana

También llamada condromalacia patelar, condritis rotuliana, síndrome fémoro-patelar y rodilla del corredor, es una condición degenerativa del cartílago articular de la rótula (o patela), en la rodilla. Es frecuente en adultos y jóvenes que practican deportes de alto impacto. La degeneración articular es progresiva y, al principio, suele ser asintomática.

Información clave

¿Qué es?

  • Degeneración del cartílago articular de la rótula (también llamada patela), en la rodilla.

Síntomas

  • Dolor retropatelar, crepitación, edema.

Origen

  • Fricción crónica de la superficie articular.

Diagnóstico

  • Examen físico, resonancia magnética, artroscopia.

Tratamiento

  • Farmacológico (paliativo y sintomático con AINES), fisioterapia, tratamiento con células madre mesenquimales (medicina regenerativa), cirugía correctiva, ortesis plantares.

¿Qué es?

Se refiere al desgaste de la articulación de la rodilla, específicamente, en la carilla articular posterior del hueso rótula (o patela) por diversas causas, casi siempre por un exceso de fricción mecánica ocasionada por actividades repetitivas, como ejercicios extenuantes o peso corporal elevado sumado al mal alineamiento de la rótula o a una rótula displásica.

No es de sorprender que constituya una patología relativamente frecuente en deportistas de alto impacto o alpinistas.

La articulación de la rodilla resiste el peso del cuerpo, permite el movimiento de la pierna y colabora en la marcha y la bipedestación; esta está conformada por cartílagos amortiguadores y niveladores (meniscos), una <cápsula articular con abundante líquido sinovial más lligamentos y tendones. Cualquier afectación de esta, repercutirá en el movimiento corporal.

Origen

La condromalacia es ocasionada por el desgaste mecánico de la superficie articular posterior de la rótula, es decir, el cartílago articular pasa de tener una estructura lisa, blanca y uniforme a tener un aspecto rugoso, irregular y pálido al extremo de desaparecer, dejando al periostio, expuesto.

El periostio es una capa que recubre al hueso, está abundantemente irrigado e inervado, cualquier lesión que atente contra su integridad física ocasionará dolor y edema.

Cuanto más severo sea el grado de degeneración del cartílago articular, mayor será el dolor.

Entre los factores de riesgo para la aparición de condromalacia rotuliana se incluyen: el sobrepeso, fricción articular exagerada sobre el fémur, traumatismos severos, sinovitis prolongada, pronación del pie o anomalías anatómicas del mismo.

Síntomas

  • Dolor retropatelar.
  • Crepitación
  • Atrofia del cuádriceps femoral.
  • Edema
  • Derrame sinovial.

 

Diagnóstico

La artroscopia de rodilla permite visualizar de forma óptima y real, el estado de las superficies articulares de este punto; una de sus desventajas es que es un procedimiento invasivo y que requiere cuidados prácticamente similares a los quirúrgicos, al menos por un par de días.

El examen físico (acompañado siempre de anamnesis) puede aportar información clave sobre la lesión.

La condromalacia rotuliana se clasifica de acuerdo al nivel de desgaste articular. Existe una clasificación, la clasificación de Outerbridge:

GRADO 1: Reblandecimiento y edema del cartílago articular.

GRADO 2: Fracturación y fibrilación inicial del cartílago.

GRADO 3: Fracturación y fibrilación mayor a 1.25 cm.

GRADO 4: Erosión máxima del cartílago, periostio expuesto.

Tratamiento

Con las manifestaciones clínicas iniciales de la lesión se administran antiinflamatorios no esteroideos o analgésicos para reducir el edema y el dolor. También está documentado el uso de medicamento condroprotectores, como el condroitín sulfato, la glucosamina y el ácido hialurónico, para frenar el proceso degenerativo del cartílago rotuliano.

La disminución del peso corporal y del ejercicio intenso ayudan también a disminuir el ritmo del proceso degenerativo, mientras que se mantiene la actividad física de la rodilla a niveles normales como caminar sobre superficies planas, practicar natación y evitando mantener flexionada la articulación por largos periodos.

Aproximadamente el 20 por cien de los casos de condromalacia rotuliana no mejoran con este manejo clínico y se hace necesario el tratamiento quirúrgico.

La terapia con células madre mesenquimales serviría para reponer tejido cartilaginoso dañado o defectuoso.