Manipulación de la fascia

Manipulación de la fascia

La manipulación de la fascia es un tratamiento basado en el patrón de la distribución de las cargas y las tensiones en el organismo, buscando un equilibrio en las mismas.

 
 
 
 
 

Ventajas y beneficios

  • Alivio de la inflamación. Un espasmo muscular se caracteriza por hinchazón de la zona, disminuir esa contractura ayudará a reducir esa inflamación que disminuye el movimiento.
  • Menos sobrecargas musculares. Habrá una correcta distribución de las tensiones fasciales evitando que las cargas se concentren en un punto originando una contractura.
  • Reducción del dolor. Un músculo relajado y en coordinación con las estructuras vecinas será un músculo que no producirá ningún tipo de molestias físicas.
  • Aumento la irrigación sanguínea. El masaje de la fascia favorecerá la irrigación sanguínea, aportando nutrientes y eliminando sustancias de desecho.
  • Normalización de los patrones del movimiento por medio de la distribución equitativa de las tensiones originadas por las fascias.

Definición

La manipulación de la fascia constituye un tratamiento focalizado en conseguir alinear de forma equilibrada las cargas fasciales a través del cuerpo para aliviar el dolor y la sobrecarga de los músculos y las articulaciones, esto se consigue por medio de los estudios del sistema miofascial.

Previamente a la terapia física en sí, se realiza una evaluación completa del sistema que ayude a identificar los puntos de atrapamiento fascial, una vez establecidos los puntos que necesitan ayuda se procede a alinearlos por medio de masajes compresivos y sostenidos hasta conseguir “encajar las piezas” y alcanzar los objetivos que son: disminuir la rigidez de las fascias, restaurar la coordinación de las líneas corporales de tensión y normalizar los patrones del movimiento. El tratamiento completo podría incluir entre 3 y 4 sesiones, hasta lograr conseguir un óptimo estado de movilidad, equilibro y estabilidad, libres de dolor.

 

¿Para qué la empleamos en Instituto Ordóñez?

Según diversos estudios, las alteraciones del sistema miofascial (patrón normal de la distribución de las cargas y las tensiones en el sistema músculo esquelético en el organismo) podría ser, por mucho, la principal causa de problemas físicos no traumáticos en las personas de todas las edades.

Entre estos problemas se encuentran las tendinitis, las contracturas musculares, los síndromes del manguito rotador, el túnel carpiano o el de Quervain, disfunción rotuliana, dolor ciático, fascitis plantar y lumbalgia, entre otros. En todo caso, las consecuencias de estas alteraciones conducen a la sobrecarga excesiva en algunas porciones de las articulaciones y la compresión de nervios, dando origen a dolores y problemas del movimiento.

¿Por qué funciona?

Al identificar los puntos dolorosos se procede a efectuar el masaje; este masaje compresivo y prolongado buscará crear fricción, calor local y una respuesta inflamatoria “controlada” en las zonas específicas donde hay restricción miofascial para restaurar el equilibrio de las fuerzas y las tensiones musculares.

La rigidez en el tejido irá desapareciendo paulatinamente hasta desaparecer y así conseguir que el sistema miofascial retorne al punto de equilibrio normal, punto en el que las cargas se contrarrestan armónicamente y cada porción recibe menos de la tensión mecánica soportada. Las articulaciones recobran soporte y el movimiento de las mismas será menos forzoso e inadecuado, previniendo así, lesiones a mediano y largo plazo. Este tratamiento es particularmente útil en deportistas o atletas de alto desempeño, que frecuentemente logran llevar este sistema al límite de desequilibrarse y originar peligrosas sobrecargas.