Trocanteritis

Trocanteritis

La articulación coxofemoral, en la cadera, es sumamente compleja. En su estructura anatómica y funcional intervienen muchos elementos: grandes y potentes músculos, ligamentos fuertes, tendones muy elásticos y una resistente articulación esférica entre la cavidad acetabular de la pelvis y la cabeza del fémur. La trocanteritis se produce como resultado del uso excesivo de ciertos músculos y tendones que se insertan en el trocánter mayor del fémur.

Información clave

¿Qué es?

Inflamación de la bursa trocantérea o afectación de los tendones que se insertan en el trocánter.

Síntomas

Dolor en la porción externa del muslo, dificultad para mover la articulación, hinchazón, rigidez.

Origen

Fricción de la banda iliotibial sobre el trocánter mayor (y sobre la bursa trocantérea).

Diagnóstico

Examen físico, anamnesis, resonancia magnética, ecografía, radiografía.

Tratamiento

AINES y analgésicos, reposo, fisioterapia, infiltración con corticosteroides, medicina regenerativa.

¿Qué es?

La trocanteritis constituye una patología relativamente frecuente de la articulación de la cadera, cursa con inflamación de la bursa trocantérea y/o degeneración de los tendones que se insertan en el trocánter.

La bursa trocantérea es una estructura serosa que contiene líquido lubricante, permitiendo que los ligamentos que la cruzan por encima (banda iliotibial) se deslicen fácilmente.

No obstante, en ciertas ocasiones, el roce intenso entre la banda iliotibial y el trocánter mayor del fémur puede ocasionar que la bursa trocantérea se irrite e inflame, produciendo molestias.

Síntomas

  • Dolor en la cara externa del muslo, a nivel de la nalga
  • Dificultad para caminar e inestabilidad
  • Hinchazón

Origen

La inflamación de la bursa trocantérea se produce por la fricción intensa entre la banda iliotibial y el trocánter mayor, una protuberancia ósea del fémur en su porción superior, como la que resulta de un ejercicio repetitivo, como las sentadillas en el gimnasio.

Las estructuras serosas son muy resistentes, no obstante, cuando una estímulo irritante sobrepasa la resistencia ocurre un proceso de inflamación y edema marcado, comprimiendo nervios adyacentes y produciendo dolor por la degeneración de las fibras tendinosas.

Suele ser más frecuente en mujeres y personas de entre 40 y 60 años de edad que inician un programa de entrenamiento físico intenso sin un periodo de adaptación.

Diagnóstico

El diagnóstico por excelencia corresponde al examen físico minucioso de la articulación, para evaluar así, la ubicación de la lesión, el grado y la causa aparente (para ello es clave la entrevista médica).

La ecografía resulta ser el método diagnóstico por excelencia en cuanto ligamentos, tendones y músculos se refiere.

Tratamiento

El dolor y la inflamación se pueden reducir gracias a analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos. La infiltración con corticosteroides está reservada para casos en los que la terapia farmacológica inicial con analgésicos y AINES no haya dado resultados.

El reposo de la articulación es imprescindible para la recuperación de la lesión.

La medicina regenerativa utiliza técnicas cómo en casos en los que ya existe una degeneración de las fibras de los tendones que se insertan en el trocánter y que generan dolor.

La fisioterapia es efectiva en cuanto se refiere a mejora de la movilidad, disminución de la inflamación y mejora del tono muscular.